jueves, 24 de octubre de 2013

LA IMPERIOSA NECESIDAD DE SER ESCLARECIDOS
Artículo 2 de la serie “Cooperaciones y auxilios” 

Perdidos del núcleo divino andamos por el mundo, hombres necios, hijos del Absoluto y del Supremo. El Yo Interno, sublime y flameante no emana torrentes de luz o si lo hace, su fulgor se pierde en los apasionamientos o en las presunciones del ego, poder activo constantemente en la vida humana. Los sedientos de espiritualidad, que son pocos, ondean entre pequeños momentos de exaltación a unos espacios largos, faltos de significado y trascendencia. La mayoría de los seres humanos no percibe aún su pobreza espiritual, se encuentran atrapados en lo irreal, hipnotizados por sus dramatismos personales, arrastrados por una potente gravitación hacia la materialidad o la satisfacción de sus deseos personales y, controlados por pequeños grupos de hombres, que perpetúan un mundo sin sentido y realidad. Los espacios se llenan de complacencias pasajeras, cuando se cree que los deseos han sido realizados. Y un ciclo interminable, vacío, vacuo se sostiene quizás hasta la llegada de la muerte. El alma queda sedienta nuevamente de luz y busca volver a la materialidad esperando, que por fin, en otra vida alcance el triunfo y la liberación. 

La mente supone ser conocedora, porque accede a conceptos y sistemas de creencias cuando se llena de significados científicos, sociales, políticos o religiosos. Fanatismos, separatismos, egoísmos, exclusivismos ondean poderosos, abarcando todos los aspectos de nuestra maravillosa vida, que ya deja de serlo, convirtiéndose más bien ésta en el medio en el que se precipitan conflictos, guerras interpersonales, controles, manipulaciones… Abordando trabajos para descubrir vidas antiguas, se ven experiencias repetitivas, como si acaso camináramos alrededor de algún centro de poder iterativo, monótono y cristalizante. El infiel repite su nefasta traición; el violento despierta nuevamente rodeado de agresividad; el inquisidor, nace en un lugar donde fortalece fanatismo e inflexibilidad y así muchos otros casos más.

Los sentidos observan lo externo y a los otros. Se regodea con complacencia el ego cuando descubre una falla ajena y la manifiesta. Esto aparentemente lo eleva, lo exalta, le da poder, le pone una etiqueta de astucia e inteligencia. La escrupulosidad que debería dirigirse hacia el propio comportamiento, está pendiente de detectar los momentos de debilidad de otros o de descubrir los errores ajenos, las equivocaciones o las debilidades. La vida para muchos se convierte en un juego, en el que únicamente se buscan triunfos y premios, sin importar a quien o a quienes se violente en la partida. Una veces perdedores, rencor es solo lo que se consigue y posturas de víctima opacan la alegría de la existencia. Otras veces ganadores, el ego acrecienta su poder y se sostiene la mentira y la ilusión.

Pocos muy pocos, quieren ser esclarecidos… no muchos desean ser iluminados. La mente cargada con conceptos y condicionamientos, corre a beber de otras fuentes intelectuales limitadas, cuando percibe su carencia espiritual. Pocos muy pocos interiorizan y reflexionan aún sobre lo que han aprendido. No muchos se encaminan por contactar con los guías verdaderos y sublimes. Y es que ellos no están al alcance de prisioneros mentales, ni mucho menos de aquellos que se sienten felices, porque han leído cientos de libros enarbolando en sus conversaciones las memorias de conceptos mentales sin sentido de realidad. No es la repetición de verdades a medias, ni el aprendizaje de libros lo que conduce al Rey, la Corona de lo espiritual. Es más, una mente atiborrada de conceptos o creencias ilusorias y pasajeras, por lo general, pierde su asombro y no se maravilla ante nada, porque late en ella una poderosa presunción intelectual. Lo nuevo que podría percibir y las indicaciones que podría recibir, pasan como ráfagas incomprensibles de luz.

La escritura sagrada reza: “Bienaventurados los pobres de espíritu porque ellos heredaran…”. Frase maravillosa que se asemeja a la imperiosa necesidad de ser esclarecidos, que no es otra cosa que ser revestidos con el manto de luz y alcanzar la gloria espiritual, que siempre ha estado rondando nuestras vidas y nunca nos ha abandonado, a pesar de la fuerza que ejerce el núcleo de irrealidad. Resulta sorprendente concluir, a través de años de búsqueda espiritual, lo limitados que estamos y a veces se siente que el tiempo se ha perdido; que sólo se han recorrido pasos muy pequeños para neutralizar una vida sin sentido, vacua y superficial… Pasa el tiempo y los comportamientos insolentes, inarmónicos, desequilibrados se sostienen; los cambios esperados no llegan, las virtudes anheladas no se despiertan, el letargo espiritual se vuelve asfixiante, de tal suerte que a veces se claudica o se encamina por otra creencia, otra dependencia, otra ilusión… e incluso se cae en las fauces de astutos mentirosos que hacen su agosto con los incautos e ingenuos que creen únicamente en palabras bellas y encantadoras, expresadas por una mente hipnótica y poderosa. 

Todo eso, ni más ni menos, porque la búsqueda insistente se enfoca en encontrar la postura, la palabra, la dieta, el libro, la oración, la creencia, el amuleto o la persona que rompa el sello que guarda el secreto de la inmortalidad. Pocos muy pocos, se aventuran a beber directamente del océano infinito de la sabiduría y no muchos profundizan en el conocimiento real, el cual les permitirá percibir su propio origen, su fuente de vida y beber de las aguas de la iluminación. Y solo ellos podrán convertirse en verdaderos faros de luz y colaborar para que otros despierten a su realidad espiritual…

Valentía hay que desarrollar para eliminar la fuerza de la personalidad y su mundo creado por los recuerdos y los condicionamientos. Mundo lleno de sufrimientos, dolores y grandes frustraciones, sostenido por la fuerza de la rutina y las exigencias de un colectivo que desvió su sino por caminos tortuosos y sin salida. Lo personal es vivido con exceso de dramatismo, los eventos son repetidos como si acaso se experimentaran por primera vez y las narraciones de las experiencias se muestran cargados por las emociones primarias. El pasado reaparece en cada momento de similitud con una circunstancia presente y el encadenamiento a una falsa ilusión se potencia. En las conversaciones los involucrados entran en competencias de gustos, recuerdos o conocimientos y la intimidad del momento se desvanece cual burbuja que revienta el viento. Observación constante y desapegada se precisa para estar atentos de sí mismos y descubrir las posturas personales, tanto mentales como emotivas. Por ejemplo, darse cuenta de la constante oposición cuando escuchamos los conceptos de los demás o de la frecuente actitud contradictoria al saber sobre las percepciones o actuaciones de otros o de la expresión de gustos o disgustos cuando ni siquiera se ha dado el permiso de hacerlo. Hay que descubrir que tanto nos valoramos y cuanto queremos que los demás nos admiren.

Gran parte del tiempo se pierde en cumplir los roles establecidos e impuestos por una sociedad enferma y frenética. La familia se ha colocado como meta y prioridad de la existencia y al unirse a través de lazos de consanguineidad se pierde la visión de la unidad. Se pueden cumplir los papeles con responsabilidad y amor, cuando los hijos llegan y necesitan del cuidado o cuando aún los padres están vivos. Pero el peligro estriba en creer que son solo ellos la única la razón de la existencia y se deja en segundo plano la lucha por la gesta espiritual. Aquí es donde más osadía se precisa para desafiar ese esquema condicionante y empezar a poner límites a los abusos que se han generado al tergiversar el papel de protectores o apoyadores de los integrantes de la familia. El ego se resiente mucho cuando empieza a poner límites a los parientes y los integrantes de la familia difícilmente comprenden la meta que se va fortaleciendo, más bien acusan, recriminan y juzgan. Impasible debe ser aquel que desea poner a Dios, su Dios, como razón de su existencia y cuidarse de no caer el mismo en culpas ni reprimendas. A veces es muy sano salir de la influencia familiar porque precisamente allí se generan las mayores trabas y dificultades, pues es el lugar donde se pierde el olvido de Sí mismo o sea la raíz espiritual. Además los lazos de familia son pasajeros y cuando se renace en el mundo material, ni siquiera se recuerda quien fue madre, padre, hijo o hermano de otras vidas. 

Morir antes de morir” aconseja el místico del Islam. El trabajo es ocuparse del ego, de la personalidad y desapegarse de su contenido. El vedantista advaita advierte: “Morir para vivir” y eso consiste en destruir los condicionamientos, las ilusiones; es decir, el mundo hecho de irrealidad, proyectado por imágenes distorsionadas ante los acontecimientos. Hay que destruir para construir; aniquilar antes de crear. Y el solvente universal es lo Supremo, lo Absoluto, lo Eterno, lo Onmipresente, que sólo se manifiesta en la quietud y el silencio; que sólo vibra en el interior y esclarece la consciencia. Cuando se disuelve la ilusión, se reafirma en cada quien su verdadero ser.

Pero la vitalidad necesaria para el proceso de descubrir las trampas del ego y luego poner a éste a disposición del Yo Real o Llama Espiritual, se agota con el paso de los días y con muchas actividades impuestas, pero no urgentes ni prioritarias. La vida se ha convertido en una carrera por tener, hacer y ascender. La tecnología supera el desarrollo personal y una buena parte de las ganancias económicas o del tiempo se usan en adquirir lo “in”, lo novedoso, la última generación de… Los magnates de las telecomunicaciones crean necesidades tecnológicas que a como dé lugar se deben conseguir y ellas luego encadenan, ocupando el valioso tiempo personal; no se encuentra fácilmente luego lugar para la reflexión o la introspección o para clamar por iluminación espiritual. Para el descanso, sólo se dejan unas pocas horas de sueño y se pierde la oportunidad de acceder a los templos etéricos y astrales donde instructores, bien maestros, bien discípulos, dan indicaciones y señales. Sus puertas se cierran a las 12 de la noche y por lo general, a esa hora muchos aún siguen contestando correos, viendo sus series de televisión preferidas, preparando sus almuerzos del día siguiente o gozando de sus reuniones sociales.

El ritualismo precisa ganar nuevamente su lugar e importancia. ¿Cómo más podemos ser esclarecidos, sino a través de una actitud receptiva a energías supremas y siendo conscientes de oraciones o rituales? Los Avatares del mundo han dejado una impronta de liberación en el inconsciente colectivo; algunos siguen cercanos al hombre y actuando en el presente: Jesús el Cristo Solar y Metratón, entre otros. El indicador del camino para el proceso de evolución espiritual de la humanidad, en la presente dispensación, es el Arcángel Supremo, el Cristo Solar. ¿Por qué esto es así? Se procede a explicarlo.

Tres fuerzas divinas se utilizaron para crear los mundos y los seres: Voluntad que corresponde al primer aspecto, Amor al segundo, e Inteligencia creadora el tercero. Cada uno tiene su representante: Primer aspecto: Padre, Keter, Brahma, etc. Segundo: Cristo, Hijo, Maitreya, Visnú; y, tercero: Espíritu Santo, Binah o Shiva. Padre, Hijo y Espíritu Santo son tres grandes Iniciados y pertenecen a la jerarquía de los Angeles, Arcángeles y Principados respectivamente, siendo son los más avanzados de cada una de sus corrientes de vida y quienes alcanzaron la gloria de estar cerca al Trono Divino, y representando uno de los tres atributos.

Cada uno de ellos influencia de una manera diferente a los hombres y aparecen trabajando más directamente con la humanidad desde la Epoca Atlante. Jehová o Espíritu Santo fue el primero en manifestarse y lo hizo en plena Epoca Atlante. El permitió al hombre desarrollar individualidad  y le inculcó la ley para hacerlo obediente a los postulados o mandamientos de las religiones de raza, que primaron bajo su reinado. La ley es necesaria para ayudar a dominar la tendencia altamente egoísta, gestada por un cuerpo emotivo sin control mental. Por eso Jehová fue el Dios de la luz y de las sombras, del trabajo y del sudor, del castigo y la recompensa. De la luz, porque de El, se recibe la técnica para ser creadores; de la sombra, pues constriñe y produce condiciones duras, cuando se empeña el ser, totalmente por el placer y la satisfacción de su propio deseo. Del castigo y la recompensa porque utiliza guardianes de la ley que juzgan por los atropellos cometidos. Bajo su dispensación, aparecieron los grandes profetas que guiaban a los hombres de las diferentes religiones y les deban las orientaciones necesarias para su evolución espiritual. La relación con Dios era indirecta y sólo por intermediación de los escogidos por Jehová.

Pero la relación indirecta con Dios debe volverse espontánea y vertical; la ley debe dar lugar al amor, el separatismo o nacionalismo a la unidad y, la visión de Dios debe cambiar por una más misericordiosa y amorosa. Esa función le ejerce Cristo el representante de la Gracia Divina, quien llegó a la humanidad después de la mitad de la Epoca Aria. El vino a anunciar un mundo nuevo, a decirles a los hombres que su vida iba a cambiar, que un día se verían redimidos de sus penas y ya no experimentarían más dolor, enfermedad ni muerte. Por eso Cristo, irradia amor al mundo, porque es el medio que disipa la tendencia endurecedora de la ira, la codicia y el odio y que además permite construir de nuevo donde las pasiones han destruidos. Gracias a la influencia de Cristo se disuelven las barreras del Espíritu de Raza y se puede enfocar el ser en el ideal de la Fraternidad Universal. Por eso en su encarnación como hombre, diseminó que el amor es superior a la ley y que el orgullo de pertenencia a un núcleo específico: familia, raza o nación, debe desaparecer, para ser reemplazado por un nuevo régimen que glorificará a todas las personas como hermanas e hijas del mismo Dios. De ahí sus palabras: “He venido a proclamar el establecimiento del Reino del Padre, donde se sentarán juntas las almas de los judíos y de los gentiles, las de los hombres libres y de los esclavos, pues mi Padre no hace distinción entre los seres. Su Gloria y misericordia alcanza para todos”.

Cristo dio al mundo pautas para actuar con amor, con rectitud y honestidad y encarnó entre los hombres, porque se corría un gran peligro de quedar atrapados en el máximum de materialidad y de que la mente, recientemente adquirida, quedará bajo el total control del deseo. Un ser humano normal era totalmente dominado por el deseo y cuando moría, se veía en la imposibilidad de entrar conscientemente en las regiones superiores mentales. Así que al nacer nuevamente, las mismas tendencias cristalizadas regían sus vidas y las deudas engendradas bajo la ley de consecuencia iban adquiriendo proporciones colosales, siendo casi imposible actuar por amor y evolucionar con facilidad.

La ayuda era urgente y aquí aparece Jesús de Nazaret quien en ese momento era un humano dispuesto a sacrificarse por sus hermanos. Jesús fue iniciado por los esenios y se preparó como discípulo con Hilarión de Monte Nebo. A la edad de 33 años fue el tiempo esperado y Jesús le entregó sus vehículos físico y vital al Cristo Solar para que encarnara como uno de nosotros, viviera entre los hombres y diera su ministerio directamente, sin intermediarios, sin profetas. Por eso se le llamó desde ahí Jesús el Cristo y se convirtió en una entidad que podía llevar hasta el mismo trono de Dios, los dolores de la raza humana, encerrada en un cuerpo material y controlada por una ilusión y, traer desde las mismas fuentes divinas, el remedio a todos sus sufrimientos. Con razón dijo: “Yo soy el camino, la verdad y la vida y nadie viene al Padre sino por mí”. Cuando encarnó como hombre, la irradiación crística limpio el cuerpo emocional del planeta y desde ese momento los humanos pueden construir cuerpos menos densos y cristalizados y acceder, en los procesos post mortem, a niveles mentales más elevados. Pero su misión lleva poco tiempo, pues en sólo 2000 años, muy pocas almas han desencarnado y aún no han retornado a la materialidad. Así que su trabajo es para largo tiempo, a menos que un gran número de seres humanos se preparen para el discipulado y sean como Jesús de Nazaret, quien despertó el Cristo Interior. El porcentaje de discípulo del mundo no llega ni al 0,01% del total de la humanidad y esto da a entender que Cristo no se podrá liberar tan fácilmente de su misión redentora.    

Así que Cristo es un mensajero del Logos, quien lo envío para salvar a la humanidad de las tinieblas de la ignorancia y del materialismo. Nuestro espacio cósmico de actuación está limitado por la rueda zodiacal, siendo el Sol el astro que gira en torno a los signos del zodiaco y en donde reposan los más altos seres que cobijan a la humanidad. Así que la misión redentora está determinada por ese recorrido anual y la fuerza crística se manifiesta en cuatro fechas especiales cuando el Sol recorre los signos de Aries, Cáncer, Libra y Capricornio. Encarna en el Planeta siempre en el Solsticio de Invierno, cuando el Sol pasa a Capricornio y sale en el momento en que entra en Aries o sea para la época del Equinoccio de Primavera, en la cual se celebra en el mundo cristiano la Semana Santa. Se dirige a su propio hogar, al Sol, y llega allí en el Solsticio de Verano, cuando la luminaria solar pasa a Cáncer, quedándose en este nivel hasta el Equinoccio de Otoño, que ocurre con la entrada en Libra. Luego regresa de nuevo a la Tierra Física para continuar con su misión libertadora y entra totalmente al planeta cerca del 21 de Diciembre, en el Solsticio de Invierno. Estas fechas pueden aprovecharse al máximo, para recibir iluminaciones y señales e ir poco a poco esclareciendo los reales propósitos de la existencia. Basta saber cuándo el Sol entra exactamente en cada signo zodiacal y realizar un ritual mediante una lectura apropiada y en recogimiento espiritual. Para la navidad, son supremamente importantes las cuatro semanas antes del 24 de diciembre; en ellas encender luces y hacer ceremonias espirituales es bastante beneficioso. Se prepara el ser para sintonizarse con la visita nueva del Cristo Solar. Es la Epoca de Adviento o preparación para la venida del redentor. Y cómo no entenderse con esta fuerza, sabiendo que exalta lo divino y colma de auxilios o bendiciones?

Metratón es otro indicador del camino. Se dice que fue el primer hombre realizado y llevado al Cielo sin pasar por la experiencia de la muerte. Enoc fue su última personalidad humana normal. Fue un místico que a través de algunas visiones conoció el entramado espiritual. En una de ellas, intercedió con Dios en favor de los ángeles caídos. En otra, vio a los querubines en el Cielo, a quienes describió como seres de fuego. De igual forma entró en el océano de la sabiduría y, finalmente se transformó en el arcángel Metatrón, un poderoso ser a quien también se le llama el pequeño Yahweh o “El que está sentado detrás del Trono”. Cuentan algunos textos sagrados (Libro de Enoc, Zohar, Zohar Bereshit), que Metatron es el rey de los Arcángeles, reina sobre el árbol de la sabiduría o del conocimiento del bien y del mal, y como Enoc, se dedicó a escribir un libro que contenía los secretos de la sabiduría; él pone los  misterios sobrenaturales en las manos de quien los merece y le fue permitido sentarse en la presencia de Dios por su grandeza de alma. Se dice también que Metatrón es consultado por los Guardianes de los registros Akasicos y ayuda a los seres humanos a perfeccionar su alma. Es un señalador de cómo ascender y activar el cuerpo de luz de los anhelantes de divinidad y al haber sido humano, que mejor que El, para pedirle que nos muestre el camino de la iluminación. Aparece también como Sandalfón, quien transmite las oraciones sinceras y conscientes de los hombres y las lleva a los mundos sutiles. Eso es así porque puede ascender o bajar a través de los mundos, así que no sería raro verlo vagando cerca a los discípulos y maestros. Y cómo no pedirle que auxilie a uno de sus hermanos que se encuentra atrapado por las fauces del ego, cómo el mismo lo estuvo en su pasado humano? Y cómo no confiar en que El nos dará una indicación?

No menos importante son las ayudas de los 72 Genios de los Coros Angélicos. Por eso se insiste en su auxilio y constantemente se actualiza su regencia, dando las plegarias para recibir sus bendiciones. Y cómo negar que de las doce jerarquías que conforman la escalera hasta Dios, los hombres son los que más auxilio necesitan, ya que van hasta lo más denso y alejado de la Divinidad? Y cómo no auxiliarnos de los mensajeros que Dios pone a nuestra disposición? Dios, el Guía Supremo tampoco debe ser descuidado. El merece  toda nuestra atención. Dos oraciones han sido dadas para entonarlas especialmente al iniciar cada uno de nuestros días. Sus palabras bastan para ver la importancia de sus plegarias. Una dice:

Oye Israel, Adonai es nuestro Dios, Adonai es Uno
Amarás a Adonai tu Dios, con todo tu corazón
Con toda tu alma y con toda tu fuerza
Y estas palabras que yo te ordeno hoy,
estarán sobre tu corazón
las enseñarás a fondo a tus hijos
y hablarás de ellas al estar sentado en tu casa
y al andar  por el camino
al acostarte y al levantarte
las atarás como señal sobre tu mano
y serán por recordatorio entre tus ojos
las escribirás sobre las jambas de tu casa y en tus portales

La otra reza:

Loa a Dios dueño del Universo
El Clemente, el Misericordioso
Soberano en el día de la retribución
A ti es a quien adoramos
De ti es de quien imploramos socorro
Dirígenos por el camino recto
Por el sendero de aquellos
A quienes has colmado con tus bendiciones
No por el de aquellos
Que han incurrido en tus iras
Ni por el de los que se extravían

Si nos vamos llenado de vibraciones sutiles y el camino se va clarificando, el núcleo de poder va pasando al Ser Real; accedemos a la oportunidad de independizarnos y seguiremos nuestra propia estrella, nuestro sino individual, cumpliendo la verdadera misión para la que fuimos creados. A la par nuevas cualidades se van fortaleciendo: discriminación que dirige, ordena y controla la vida emocional o mental y la vitalidad; temor reverencial para cuidarse de palabras, actos y pensamientos que alteren el orden universal y, expansión del corazón para fortalecer la misericordia, el amor y la generosidad. Hermanos: no olviden pedir día a día ser esclarecidos.





martes, 8 de octubre de 2013

LOS TRANSITOS PLANETARIOS COMO IMPULSORES DE LOS CAMBIOS PERSONALES

Plutón el trasformador y destructor se encuentra pasando por la constelación de Capricornio y permanecerá en este signo hasta finales del 2024. Urano el rebelde y sorpresivo, atraviesa el signo fogoso, violento y precursor de Aries; permanecerá en él hasta el 2018. Saturno reposa en Escorpión y lo hará hasta diciembre de 2014. Este planeta es constrictor y un potente cristalizador de fuerzas kármicas o deudas antiguas. Neptuno vibra sorprendentemente y transporta misticismo, compasión y unidad de vida, ya que atraviesa el signo de Piscis, permaneciendo en él hasta el 2026.

Plutón transforma las estructuras de poder: las económicas y las políticas, no solo a nivel colectivo, sino también a nivel del individuo. La fuerza de Plutón es destructora y lo hace especialmente con aquellas estructuras que no son viables o prácticas, conservando o elevando las basadas en modelos que corren parejos con la ley establecida, sea esta humana o divina. Urano en Aries, impulsa a cambios sorprendentes, sin reflexión y con poca cordura. Llena el mundo con ideas nuevas y precursoras. Los dos relacionándose a través de un acercamiento tensionante, pues astrológicamente hacen una cuadratura y Plutón controla a Urano, destruye las nuevas formas que ponen en peligro el orden establecido. Los que ostentan altos cargos de dominio, no abandonarán con facilidad sus podios de poder y defenderán, su posición, usando si es el caso, métodos violentos, que ocasionarán muerte a los rebeldes y reformadores -Plutón es el planeta de la muerte-. Las nuevas formas que se establecerán solo serán aquellas que se basen en cimientos reales y no madurarán las ilusorias o quiméricas, las cuales serán destruidas por las fuerzas plutonianas. Este aspecto se hará evidente aproximadamente hasta Mayo de 2015, así que la humanidad vivirá tensiones fuertes por largo rato. Por fortuna Saturno en Escorpión le hace aspecto positivo a Plutón y da un margen de uno meses para que la fuerza arrasadora no se manifieste con violencia extrema: hasta el 24 de Diciembre de 2014 y entre Junio y Septiembre de 2015. La armónica relación, controla la fuerza arrasadora que pudiera tener Plutón, haciendo que la implementación de los cambios o de las nuevas formas, anunciadas por Urano, más bien se realicen de manera lenta, cuidadosa y controlada. Estaremos desprotegidos desde diciembre de 2014 hasta mayo 2015, coincidiendo con la fecha en la que Saturno sale de Escorpión.

Plutón, Neptuno, Urano y Saturno incitan determinados comportamientos, actuaciones o enfoques colectivos, ya que contienen arquetipos de todo lo que va a llegar a ser y son el medio a través del cual, se precipitan al hombre las directrices de la mente universal. Transforman la consciencia de la humanidad y muchas personas se ven implicadas colectivamente en sus afectos, a veces sin sospechar siquiera, que responden a llamados inconscientes de los planetas superiores. Nadie escapa de su influencia, a menos que haya sobrepasado la condición actual; es decir, si ya no es más una marioneta ciega que obedece las leyes o políticas de su ego o personalidad enfocada sólo en satisfacer al placer. Los buscadores sinceros reaccionan de otro modo, ya que luchan por sobrepasar su condición ilusoria y se interesan por descubrir las cualidades de los planetas en sus respectivos pasajes por los diferentes signos.  Por eso son ciertas las palabras del astrólogo Bruno Huber al afirmar: “Quien se abre a estos planetas experimenta una transformación de consciencia y quien se cierra a ellos, tal vez se vea involucrado en el destino colectivo”.  

Capricornio y Saturno representan la ley divina y por eso todo aquello que controla el poder mediante principios  establecidos tambaleará, hasta que se cambie la forma como se interpretan y se respetan las leyes, buscando que haya mayor justicia y equidad. La rectificación acompaña la vibración de estos dos arquetipos y el peso de la ley caerá, especialmente sobre los corruptos. Por eso saldrán a la luz pública los desafueros y las corruptelas de los políticos, los economistas o los abogados. Y ellos reaccionaran con posturas belicosas, combativas, reactivas y hasta con fuerzas oscuras para controlar a los que desean los cambios y las transformaciones para el bien común, que son alentados por Urano en Aries. La tentación de utilizar fuerzas oscuras o encubiertas viene por la posición de Saturno en Escorpión y por la fuerza de Plutón en Capricornio, que es el planeta que rige a Escorpión. Surgirán personas honestas, ante el llamado de las dos fuerzas, pero no les será fácil dar muerte a lo corrupto. El tiempo será su mejor aliado y quizás sus esfuerzos solo se vean a largo plazo. Urano, envía al mundo designios divinos de libertad y revela a los sensitivos, maneras de establecer el amor universal. Trae misericordia y gracia divina, regalos que sepultaran en el olvido algunas actuaciones o deudas contrarias a la oposición a la ley. Urano en Aries es una fuerza que equilibra a Plutón y Saturno, para que no se consolide el rigor y el fanatismo. Pero manifiesta su faceta destructora, alentado por la cuadratura de Plutón, ocasionado intranquilidad, nerviosismo, excentricidad e insatisfacción. Las masas se verán alentadas a luchar por sus derechos y ante los impulsos de los más fuertes y agresivos, mostrarán la necesidad de acabar con lo estático y caduco. Y una vez que se desate la ola de inconformismo, la violencia también será manifiesta, sobre todo cuando las exigencias o pedidos sean desoídos por los gobernantes. Eso es así, porque Urano incita a cambios inmediatos y a transformar todo de golpe. Neptuno en Piscis, precipita fuerzas sublimes y fortalece la voluntad de aquellos que desean sobrepasar el estado inarmónico del ego y volar hacia las alturas divinas. Por tal motivo, alienta la  motivación espiritual y muchas personas correrán nuevamente a abrazar las doctrinas divinas, pues atienden el llamado de cambiar el enfoque material por el espiritual. Pero en su faceta negativa, potencia deshonestidad y engaño. Cuidado hay que tener en la búsqueda, pues surgirá un buen número de profetas falsos, vestidos con piel de ovejas, pero que esconden un ser sediento de poder y control.

Las personas con planetas en signos de fuego en sus cartas de nacimiento, recibirán una influencia positiva de Urano. Los nacidos con Sol o Luna en Leo y Sagitario, estarán actos para cambiar condiciones interna, porque Urano les influenciará positivamente, formando una relación armónica llamada trino. Leo es soberbio y busca reconocimiento, pero recibiendo el influjo de Urano en Aries, baja expectativas personales y potencia generosidad y mucho afecto a los demás. Un individuo ante tal fuerza, reflexionará sobre su egoísmo y culminará, si se lo ha propuesto, sus obras de caridad. Urano estuvo en Leo desde 1.955 hasta 1.962 y precipitó una generación de hombres y mujeres que intentó romper con los conceptos tradicionales del amor y de la sexualidad. Pero Leo es dominante y egoísta así que desató infidelidades y excentricidades. Circunstancias deshonestas y separaciones en muchos hogares fueron algunas de las consecuencias negativas de esta influencia. En efecto, esta generación rompió con la sumisión y no guardo las apariencias de la generación que le precedió. Ahora en su paso por Aries, Urano hace aspecto positivo a esa generación, incentivándolos a romper con condiciones afectivas dominantes e insatisfechas, ya que potencia libertad  y deseo de cosas nuevas y diferentes. Plutón transitó por Leo desde 1937 hasta 1958, dando origen a una generación independiente, apasionada, individualista, luchadora, egocéntrica y autosuficiente. Durante este periodo se revolucionó el sistema educativo, la manera de instruir a los hijos y muchos se convirtieron en parejas celosas, posesivas e impositivas. Esta fuerza plutoniana recibiendo aspecto positivo de Urano en Aries correrá la misma suerte; es decir, obligará a estas personas a replantearse su manera de amar para acabar con los controles, las sumisiones, las traiciones y la violencia intrafamiliar. De acuerdo a las configuraciones de nacimiento, otros planetas en Leo pueden ser potenciados por Urano.

Sagitario es un signo de libertad, de conquista y potencia una fuerte necesidad de alcanzar sueños y visiones personales.  Fortalece el intelecto para que no se satisfaga con poco, alentando al individuo al estudio profundo y a la búsqueda de mucha información sobre diversos temas. Urano haciendo aspecto positivo a personas con Sol y Luna en Sagitario, alentará sus fuerzas sagitarianas y los que se armonicen con esa influencia, correrán a alcanzar mayor autonomía, independencia y libertad. Se sentirán portadoras de lo eterno y precipitadoras de fuerzas espirituales. Sus conceptos religiosos cambiarán y querrán experimentar una unión más fuerte y directa con la Divinidad. Seguramente tendrán una buena época para actividades devocionales y contemplativas. Neptuno estuvo en Sagitario aproximadamente desde 1970 hasta 1985 y esa generación, gracias a Urano en Aries, recibirá un gran beneficio y, mucho más, si se abren a la posibilidad espiritual. Caminando de la mano, estos dos planetas, harán posible que el género humano reciba una excelente orientación, a través de una generación, que hoy oscila entre los 28 y los 43 años. Urano estuvo en Sagitario entre 1982 y 1989, y hoy al estar en Aries, afectará positivamente a personas entre los 24 y los 28 años, quienes recibirán un potente impulso para que se replanteen la manera cómo ven la existencia. Romperán con ataduras a credos fanáticos y orientarán su vida por formas insospechadas. Como es lógico, los padres y los educadores, se encontrarán sin argumentos fuertes para refutar las posturas o creencias de esta generación. Plutón transitó por Sagitario de 1995 a 2009, así que, afectado por Urano en Aries, potenciará sobre las mentes de los adolescentes del mundo, ideas originales, diferentes y muy creativas. Los adultos se sorprenderán de sus sueños, ilusiones y deseos, y responderán con fuertes oposiciones, a sus extrañas y excéntricas maneras de pensar.

Personas que en su momento de nacimiento tienen a Sol, Luna y Urano en Libra, recibirán influencia tensionante de Urano en Aries. Libra es un signo que desea relacionarse con los demás de una manera positiva y abierta. Busca ser tolerante, compasivo y resalta similitudes y no diferencias entre las personas. Se mueve con cuidado porque necesita a los demás para sentirse vivo y satisfecho; a veces cae en posturas controladoras e otros. Urano estuvo en Libra aproximadamente entre 1968 a 1975. Ahora estos planetas recibiendo el influjo del signo opuesto, a sea de Aries, porque allí reposa Urano, rompe los comportamientos moderados e incita a la libertad y a la autonomía personal. Lo particular sobrepasa lo colectivo, de tal suerte que las posturas condescendientes ya no primaran en las necesidades personales. Y muchas relaciones tambalearán, se romperán o algunas se tornarán impositivas y dominantes. Urano arrasará con aquello que está cimentado en la mentira y en muchos hogares o relaciones habrá revolución y cambios.  Fuerte influencia porque se potencia con aspecto friccionante entre Plutón en tránsito y Urano en Libra. 

Plutón manifestará su energía de transformación, muerte y cambio en las personas nacidas con Sol, Luna y otros planetas en Capricornio y Virgo. Capricornio es un signo de ambición, desea el poder social, pero a nivel espiritual es iniciático por excelencia. Se potenciará en muchos el deseo por alcanzar metas y proyectos personales o por tener poder personal a nivel profesional, laboral económico y político. Muchos verán cristalizados sus empeños antiguos y otros tantos se encaminarán por nuevas metas y proyectos. En algunos morirán sueños y deseos, porque verán con realidad sus potenciales y serán prácticos y realistas. Los buscadores espirituales se beneficiarán en gran medida, y alcanzarán, si han trabajado conscientemente, el acceso a los mundos sutiles. Veamos el efecto sobre las generaciones. Urano transitó por Capricornio de 1988 a 1996 y esa generación, entre los 17 a los 25 años, está recibiendo una conjunción del Plutón actual y también cuadratura de Urano en Aries. Peligrosos aspectos, porque unen violencia con rebeldía y tal vez está sea una causa de los actos violentos en los que se ven involucrados muchos jóvenes. Habrá una movilización masiva de esta generación y por eso aparecen como protagonistas en diferentes escenarios: protestas, paros, conflictos internos,  terrorismo o luchas callejeras por partidismos. Un tanto difícil será dialogar con ellos, porque se opondrán con fuerza a las autoridades. Muchos correrán a las protestas por la falta de oportunidades para obtener las necesidades básicas y otros tantos alentados porque se les potencia la violencia e inconformismo personal. Neptuno transitó por Capricornio en los años comprendidos entre 1985 a 2000 y dio origen a una generación que no cree en nada, sino sólo en los resultados y en lo visible. Ateísmo y deseos del poder, se percibe en estos jóvenes entre los 13 y los 28 años. Plutón actual, haciendo conjunción al planeta Neptuno de esa generación, es muy peligroso, porque Neptuno, como planeta misericordioso se olvida de serlo y no manifiesta fácilmente tolerancia y pacifismo. Se venera la fuerza, el materialismo y se anhela el poder para ejercer el dominio y el control. Una generación que acabarán con muchos conservadurismos, pero que corre el peligro de caer ella misma en la terquedad, la inflexibilidad y la total intolerancia. Cambios económicos traerán los evolucionados y amor por la belleza de la creación, pero serán pocos los que mostrarán esta faceta.

Virgo es conservador y laborioso, escrupuloso y servicial. Rechaza el primer plano y busca la pureza o el orden. Plutón en Capricornio afectando a personas con Sol, Luna y otros planetas en Virgo, concretará muchos de esos empeños y dará muerte a cosas imposibles, porque carga realismo y practicidad. El ser político caminará en armonía con el interesado en el orden, la limpieza y la salud. A nivel mundial, se verá con realismo la condición de salubridad en el mundo y los cambios estarán enfocados en políticas sanitarias y laboriosas. La generación que nació con Plutón en Virgo se beneficiará enormemente. Hoy en día sus edades oscilan entre los 41 a 56 años, ya que Plutón transitó por este signo entre 1957 a 1972. Muchos estabilizaran sus condiciones laborales y tendrán la oportunidad de alcanzar puestos de liderazgo o ganarán el renombre social que han anhelado. Sus cuerpos recibirán potentes energías y cambios sorprendentes podrán experimentar en sus estructuras orgánicas. Urano transitó por Virgo desde 1962 a 1969 y ahora sus hijos, oscilando entre los 44 a los 51 años y recibiendo la fuerza y estabilidad de Plutón, ganarán más confianza y estabilidad en sus mentes inestables e indecisas. Podrán manifestar toda su creatividad y originalidad de pensamiento y ganar reconocimiento y autoridad por estas causas. En muchos morirán quimeras e ilusiones, al ver lo poco práctico de sus anhelos o al percatar la realidad de sus talentos y poderes personales.

Cáncer es el signo opuesto a Capricornio y las personas con Sol, Luna y otros planetas en Cáncer recibirán un fuerte remezón. Una lucha entre los dos signos ocasionar intranquilidad y ansiedad. Cáncer es tímido y miedoso, Capricornio,  aguerrido y autoritario. Facetas sensibles estarán en antagonismo con posturas inflexibles y duras. En algunos se precipitará el poder personal que está resguardado por Cáncer y en otros se fortalecerá la lucha entro lo interno y lo externo, entre la materia o el espíritu o entre el resguardo en el nido de la familia o la individualidad o autonomía. Cada quien recibirá su afecto dependiendo de sus configuraciones de nacimiento.  

Saturno en Escorpión, es una influencia poderosa y más sobre los que nacen con Sol, Luna y otros planetas en este signo.  Saturno es autoritario, exigente, inflexible, terco, frío y muy individualista. Hace juego perfecto con Escorpión, que busca imponer, dominar, manipular y controlar. Fuertes pruebas trae a estos nativos pues cobra deudas pasadas pendientes por el uso inadecuado del poder y además potencia las facetas nombradas, precipitándoles fuertes confrontaciones con su entorno. Neptuno en Escorpión se manifestó en este signo entre los años 1955 a 1970. Esa generación hoy en día oscila entre los 43 y los 58 años. Saturno le hace conjunción por estos tiempos. Como es un planeta precipitador, cristaliza anhelos sublimes, poderes internos por la disciplina espiritual continúa y disciplinada, enseñanzas metafísicas fiables, guás y maestros verdaderos, búsqueda sincera y grandes oportunidades para elevarse por encima del dominio del ego. En algunos da una percepción real de su altura evolutiva y tal vez preocupación y angustia al percibir que no eran tan elevados cómo pensaban o creían. Pero en las masas, acrecienta el ateísmo y en muchos, potencia el uso de la magia negra para acceder o sostener sus puestos de poder o liderazgo. Urano pasó por Escorpión, de 1975 a 1982; hoy sus afectados oscilan entre los 28 y los 31 años de edad. Saturno potencia en ellos determinación, empuje y dignidad y puede que, al ser Urano el planeta de la Gracia, reciban grandes bendiciones. En su faceta negativa infunde orgullo desmedido y la idea errónea de ser alguien grande y sublime, por encima del bien y del mal. Les puede ocasionar dificultades para pagar sus deudas o hipotecas y deberán cuidarse de pagar los impuestos y las obligaciones bancarias. 

Los nacidos bajo Tauro recibirán una influencia importante de Saturno en Escorpión. Fortalecerá su terquedad u obstinación y se manejarán entre dos frentes: uno espiritual y otro material. En su vasta geografía humana, los valores internos lucharán con los externos o materiales y las polarizaciones entre los dos bando se harán más evidente: o alcanza estabilidad material o emprende el camino por su seguridad espiritual. Puede que sus economías se vean en peligro y vivan pérdidas como efecto de actuaciones descuidadas y poco prudentes del pasado. 

Neptuno el benéfico en tránsito en Piscis es una fuerza equilibrante para las generaciones con planetas que reciben aspectos friccionante de Saturno y Plutón. Los nacidos con Neptuno en Escorpión y que hoy se encuentran en edades comprendidas entre los 43 y los 58 años, al recibir aspecto positivo de Neptuno en Piscis, someterán tendencias exclusivistas y sus empeños espirituales se cimentarán en el bien común más que en el individual. Pensarán en términos de unidad y tomarán mayor responsabilidad por el mundo, potenciando en su dinámica interna la idea de que salvaran al mundo, siendo más compasivos, comprensivos y misericordiosos. Una vena mística se les despertará y serán protegidos de la tentación de las fuerzas oscuras, que se agazapan también en intentos espirituales. La vida de estos seres cambiará para bien, porque se fortalece la voluntad y la lucha contra las tendencias separatistas se acrecentará. Influencia que también es válida para los nacidos con Sol, Luna y Urano en Escorpión.

Los efectos colectivos de los planetas mayores son generales, porque traen al mundo nuevas orientaciones y potencian los cambios de manera involuntaria. Escapar a sus influencias no es fácil. Se necesita haber desarrollado consciencia individual y eso no se encuentra fácilmente ni a la vuelta de la esquina, es una postura rara y extraña. La mayoría de las personas basan su vida en los contenidos del ego; es decir, en las imágenes que han formado interiormente desde su niñez y que conforman su apreciación de la realidad. Eso genera límites y protecciones que opacan la atracción individual de señales y guías verdaderas. La vida gira en torno a una falsedad y ahí no puede haber consciencia individual y mucho menos control de los tránsitos planetarios, porque si así fuera la humanidad se quedaría patinado en sus propias abstracciones y paralizada por la fuerza de lo ilusorio.

La visión que se plantea en este artículo, es una explicación más de las muchas que hay. Y puede que dé respuesta a interrogantes planteados ante las condiciones actuales y las crisis individuales. Muchas cosas se escapan de ser explicadas, pero es la intención lo que cuenta. Amigos lectores, estudien y comprendan, observen y comprueben los hechos que se presentan. Acojan con humildad la influencia de los planetas mayores, porque gracias a sus fuerzas, la evolución continúa, aunque sea a fuerza de conflictos y violencia. Las cosas pueden cambiar, la vida puede verse de otra forma y tornarse tranquila y afable. Basta romper las cadenas que nos aferran a los tentáculos del Ego, encaminándonos por lo real y sublime. Cambiemos sin resistencias ni sufrimiento y en corto tiempo, no esperemos a que los planetas lleguen a los signo, impulsándonos inconscientemente; ese proceso de toma de consciencia es largo, penoso y ocasiona convulsiones y revoluciones internas. No cesen en su empeño de cambio y transformación, pero procuren hacerlo con mayor atención, no movidos por fuerzas indirectas que no controlan el voltaje y la precipitación de los urgentes cambios que necesita la humanidad.